La variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC) es una herramienta cada vez más utilizada en el ámbito del deporte para optimizar el rendimiento y prevenir el sobreentrenamiento. Muchos deportistas empiezan a emplearlas en sus programas de rendimiento deportivo, ya que puede tener un papel importante en:
- Control del ESTADO DE RECUPERACIÓN: La VFC nos aporta información del equilibrio entre el sistema nervioso simpático (activación) y parasimpático (relajación). Así, una VFC ELEVADA indica un buen estado de recuperación, mientras que una VFC BAJA puede indicar fatiga, estrés o sobreentrenamiento.
- Información sobre la CARGA DE ENTRENAMIENTO: Con la información que aporta la VFC se puede realizar un ajusta adecuado de la intensidad y el volumen del entrenamiento. Asi pues, es muy válida para planificar un programa de entrenamiento, determinando los días de actividad intensa y los de recuperación activa.
- PREVENCIÓN DEL SOBREENTRENAMIENTO: Permite identificar señales tempranas de fatiga y estrés, incluso aquellos factores no relacionados con el entrenamiento (estrés laboral o personal) que influyen negativamente en el deportista.
- MEJORA DEL RENDIMIENTO: La VFC ayuda a maximizar las adaptaciones fisiológicas y el rendimiento deportivo al optimizar la recuperación y la carga de entrenamiento, de tal modo que nos ayuda a medir el progreso del deportista. Es muy importante realizar una individualización o personalización del entrenamiento en función de la respuesta fisiológica del deportista.
Existen aplicaciones y dispositivos que miden y analizan la VFC de forma bastante fiable, a través de aplicaciones para teléfonos (p. ej., HRV4Training, Elite HRV), monitores de frecuencia cardíaca con capacidad de análisis de VFC (Polar, Garmin, etc.), y programas de análisis de datos.
Para interpretar los valores de VFC debemos considerar que no existe un «valor normal» único, sino que la interpretación depende del contexto individual. Así podemos afirmar :
- VFC alta: indica una mayor capacidad del sistema nervioso autónomo para adaptarse a diferentes situaciones, lo que se asocia con una mejor salud cardiovascular, menor estrés y mayor capacidad de recuperación.
- VFC baja: puede indicar un desequilibrio en el sistema nervioso autónomo, lo que se asocia con mayor estrés, fatiga, menor capacidad de recuperación y mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
La VFC varía significativamente entre individuos y en el mismo individuo a lo largo del tiempo, y muchos factores pueden influir en la VFC:
- Edad: la VFC tiende a disminuir con la edad.
- Sexo: existen diferencias sutiles entre hombres y mujeres.
- Nivel de condición física: los deportistas suelen tener una VFC más alta que las personas sedentarias.
- Estrés: el estrés físico y emocional puede disminuir la VFC.
- Sueño: un sueño reparador mejora la VFC.
- Alimentación: una dieta saludable favorece una VFC alta.
- Enfermedades: Diversas enfermedades pueden afectar a la VFC, habitualmente se asocian a una VFC baja o muy baja.
- Genética: la genética también influye en la VFC.
¿Hay valores de referencia en personas sanas y en deportistas?
No hay rangos de valores «normales» universales. La VFC se interpreta mejor en el contexto individual y comparando los valores obtenidos a lo largo del tiempo. En general, se considera que una VFC más alta es mejor.
Los deportistas de élite suelen tener valores de VFC significativamente más altos que la población general, a veces superando los 100 ms. En adultos puede variar entre 20 y 200 ms. Lo más importante es observar las tendencias a lo largo del tiempo, por lo menos con diferencia de 1 semana para obtener conclusiones interesantes.
¿Qué papel puede tener la VFC a la hora de la planificación del entrenamiento?
Los entrenadores personales y los deportistas están incluyendo en sus hábitos el uso de la VFC en los programas de entrenamiento. El futuro cada vez es más próximo, y se están desarrollando algoritmos completos que ayudarán a una interpretación más precisa de los datos de VFC, de tal manera que en poco tiempo, los datos obtenidos a traves de la VFC se van a convertir en herramienta fundamental en los programas de entrenamiento de deportistas de élite y aficionados, para mejorar y optimizar el rendimiento deportivo, prevenir el sobreentrenamiento y mejorar la salud de los deportistas.