¿Tenemos que incluir un electrocardiograma (ECG) cuando hacemos revisiones en deportistas para identificar enfermedades cardiovasculares asociadas a muerte súbita cardíaca?

Este es el objetivo que se plantean en este trabajo publicado recientemente por un grupo de cardiólogos especializados en cardiología del deporte.

En total evaluaron 26.900 jóvenes (de 14 a 35 años) con un cuestionario de salud y un ECG. Si se apreciaban resultados anormales, se derivaban a la realización de más pruebas diagnósticas.

• Un 2.5% de jóvenes (665) precisaron más investigaciones por presencia de un cuestionario anormal.
• Un 8.1% (2175 jóvenes) por tener un ECG anormal.
• Y un 0.5% (114 jóvenes) por alteraciones de ambos.

Las enfermedades relacionadas con muerte súbita cardíaca en jóvenes fueron detectadas en un total de 88 personas (0.3% del total), de los cuales:

• 15 pacientes (17%) se detectaron con el cuestionario de salud.
• 72 jóvenes (81%) con el ECG.
• y 2 pacientes (2%) con ambos.

De las 88 personas, un total de 49 jóvenes (es decir, el 56%) recibieron intervención médica más allá de una simple recomendación de cambios de hábitos de estilo de vida.

¿Cuál fue el coste económico de este proceso?

• 97 € por persona examinada.
• 834 € por enfermedad cardiovascular detectada.
• 29.588 € por ECV asociada a MSC detectada.

Se comprobó que la inclusión de un ECG en el diagnóstico de enfermedades asociadas a MSC en jóvenes se asoció con una reducción del costo del 36% en comparación con el empleo únicamente del cuestionario de salud.

Así pues, los autores concluyen la inclusión de un ECG en un cuestionario de salud se asocia con un aumento de cinco veces en la capacidad de detectar enfermedades asociadas con MSC en individuos jóvenes y es más rentable para detectar enfermedades graves en comparación con el cribado con un cuestionario de salud en solitario.