El buceo recreacional se está poniendo de moda. Muchos viajes de ocio llevan incorporados en su cartera de ofertas esta actividad. Pero mucha gente no sabe que se debe tener precaución antes de la realización del buceo, ya que caso de padecer algún tipo de tipo de enfermedad cardiovascular, es recomendable realizar unos controles médicos previos. Se aconseja una evaluación cardiológica cada dos años, según las normativas. Es fundamental que un médico evalúe tu condición cardiovascular y determine si eres apto para bucear.
¿Por qué el buceo es peligroso para las personas con enfermedades del corazón?
El corazón se somete a situaciones de estrés importante cuando una persona bucea, que pueden agravar problemas cardíacos existentes o desencadenar nuevos. La realización de unas pruebas médicas (electrocardiograma, ecocardiograma, prueba de esfuerzo, etc), ayudan a identificar a personas con enfermedades cardíacas que podrían empeorar bajo presión, evitando así riesgos durante la inmersión.
Hay una entidad que muchas personas preguntan en la consulta cuando van a comenzar a bucear. Se trata del FORAMEN OVAL. Este foramen es un orificio que, durante la vida fetal, permite el paso de la sangre oxigenada de la aurícula derecha a la izquierda. El foramen oval se suele cerrar entre 6 meses y 1 año después del nacimiento del bebé. En ocasiones no se cierra, de hecho 1 de cada 4-5 personas pueden tenerlo abierto. Las personas que tienen un FOP tienen una probabilidad ligeramente mayor de sufrir un problema cerebrovascular que las personas que no lo tienen. No es necesario cerrar la mayoría de los foramen oval permeables. La mayoría no causan síntomas ni complicaciones. Ahora bien, aquellas personas con foramen permeable sintomáticos o grandes pueden beneficiarse de un procedimiento para cerrarlo.
Peligros del buceo para el corazón:
- Aumento de la presión arterial: Al sumergirte, la presión del agua aumenta, lo que a su vez eleva la presión arterial. Si tienes hipertensión o problemas coronarios, esto puede sobrecargar tu corazón. Por lo tanto recuerda que la presión aumenta a medida que se desciende en el agua, lo que puede sobrecargar el corazón.
- Disminución del oxígeno: A medida que desciendes, la cantidad de oxígeno disponible disminuye. Si tienes problemas cardíacos, tu corazón puede tener dificultades para bombear sangre oxigenada a todo el cuerpo. A mayores profundidades, hay menos oxígeno disponible, lo que puede dificultar la función cardíaca.
- Cambios en el ritmo cardíaco: El buceo puede desencadenar arritmias o cambios en el ritmo cardíaco, especialmente en personas con condiciones preexistentes. Si estás tomando un anticoagulante oral, debes avisarlo antes de empezar a bucear.
- Embolia gaseosa: Si asciendes demasiado rápido, el nitrógeno disuelto en la sangre puede formar burbujas que pueden bloquear los vasos sanguíneos, incluyendo los del corazón. Si una persona con un foramen oval permeable (FOP) bucea, las burbujas de nitrógeno pueden pasar al cerebro a través de esta abertura, causando un accidente cerebrovascular. El ecocardiograma con suero agitado puede detectar burbujas anómalas en relación con FOP y es una prueba indicada en estos casos. Es recomendable ascender lentamente: La descompresión lenta es esencial para evitar la formación de burbujas de nitrógeno en la sangre
- Edema pulmonar: El aumento de la presión en los pulmones durante el ascenso puede provocar la acumulación de líquido en ellos, dificultando la respiración y poniendo en riesgo el corazón. Hay que respetar los límites de profundidad y tiempo de inmersión: Superar estos límites puede aumentar el riesgo de descompresión y otros problemas.
¿Qué personas están en mayor riesgo?
- Personas con hipertensión arterial.
- Pacientes con enfermedad coronaria.
- Aquellos que han sufrido un infarto de miocardio.
- Individuos con arritmias cardíacas.
- Personas con válvulas cardíacas artificiales.
Por lo tanto, debemos concluir indicando que el buceo es una actividad segura si se realiza con las precauciones adecuadas. Ante cualquier duda, es aconsejable consultar con médicos especialistas en esta modalidad.